lunes, 26 de marzo de 2012

Colaboración en Real Esparta: Castilla: ¿El fracaso de Michel?

He hecho una colaboración en la revista madridista REAL ESPARTA, junto con otros grandes madridistas, como son   y otros mas como     . Mi artículo es una reflexión sobre la última temporada del Castilla de Michel, y que conclusiones y análisis podemos extraer de ella.

http://realesparta.blogspot.com.es/2012/03/realesparta-8.html?spref=tw 

Y ya de paso aprovecho para recomendar seguir a todos mis compañeros de cartel, y al gran 

Castilla ¿El fracaso de Michel?


Cobeño, Palencia, Ruben, Arbeloa, Filipe, De la Red, Javi García, Balboa, Jurado, Adrián Martin y Soldado. ¿Suena bien? Lo cierto es que sí, un gran equipo en el que excepto Adrián y Palencia, el resto han jugado o juegan en primera división. Ese es el Castilla que en la 05/06 quedó en 11ª posición en segunda división. De ese equipo ya se habían ido el año anterior, una vez conseguido el ansiado ascenso a segunda, gente como Diego López, Paredes, Juanfran o Trashorras. Una generación de auténtico lujo que consiguió devolver al Castilla al puesto en el que debería mantenerse. Una generación labrada durante años, algunos de estos jugadores acumulaban ya hasta 4 años en el filial, algo poco habitual en equipos donde entre 2 y 3 años es lo más que suelen estar los jugadores haciendo méritos, pero la urgencia de conseguir devolver al Castilla a segunda, y luego mantenerlo allí, llevó a hacer el esfuerzo de mantener el equipo.

De ese equipo, hasta 8 jugadores abandonaron la plantilla al final de temporada, para tomar rumbo a otros destinos, por lo general en primera división. Si para un equipo cualquiera es muy complicado perder a 8 titulares de un año a otro, para un filial, seguramente es todavía mas difícil. Un éxodo masivo de jugadores en lugar de escalonado, provoca un cambio generacional, seguramente demasiado acusado para ser asumido por las nuevas promesas, aunque éstas tengan talento.

No es la primera vez en que un filial sufre después de tener una generación de jugadores genial. En el mismo Real Madrid podemos encontrar casos similares. Entre la temporada 94/95 y 95/96 coincidieron en el Castilla dos generaciones de jugadores, la formada por los Jaime, Fernando, Antonio Gomez, Vaqueriza, Fernando Sanz junto con otra generación, la de los Guti, Álvaro, Victor, Iván Perez, Garcia Calvo, Moran o Luis Martinez. La gran mayoría de ellos hicieron larga trayectoria en primera y  algunos incluso en el propio Madrid, que llevaron al Castilla a su última gran clasificación en segunda división, un 3er puesto. La temporada siguiente y con la marcha de la gran mayoría de estos jugadores o su ascenso al primer equipo, el Castilla no consiguió sobreponerse y sufrió el descenso a la segunda división B, donde permanece desde hace varios años.

El propio Barça B también descendió la temporada 96/97 a segunda B y curiosamente después de haber tenido a una legendaría camada de jugadores, como la que formaban “la quinta de lo pelat” con De la Peña, Celades, Velamazan, Roger, Arpón, Jordi Cruyff y otros.

Pero volviendo a la generación que nos ocupa hoy, llegó el año 2006 y como es lógico, y más tras la buena temporada en segunda división, hubo desbandada general. Todos los nombrados excepto Palencia, De la Red y Javi García, emigraron a diferentes equipos de primera división en su mayoría. Incluso alguno de los suplentes ilustres, como Barral, también abandonaron el equipo.

Además, el verano convulso del 2006 en el club madridista pasó mucha factura al Castilla. A parte de la desbandada general, las elecciones tardías provocaron que hasta julio no hubiera nueva dirección. La marcha de Ramón Martinez a cambio de Michel no estuvo exenta de críticas por parte de la nueva dirección madridista. Se acusó a Ramón Martinez de no dejar ni un solo informe sobre jugadores, ni ojeadores a los nuevos responsables y las urgencias de refuerzos del primer equipo, que tal y como reconoció en más de una ocasión Pedja Mijatovic, provocaron que el Castilla quedara en la planificación en un casi tercer plano, entre otras muchas cosas, hacían presagiar al menos un año complicado para el filial, ya durante el verano.

El testigo de la gran generación del ascenso lo recogieron los 3 supervivientes del 11 inicial y algunos, hasta entonces, segundos espadas (Codina, Agus, Tebar, Borja Valero,Negredo) hasta entonces con un protagonismo secundario en el filial o con un rendimiento más que discutible (Tebar había llegado a ser cedido al Rayo, Codina llevaba años en el filial sin conseguir obtener la titularidad o la primera temporada de Negredo en el Castilla fué muy discreta, quedando como 3er delantero). A ellos se le unieron un grupo de jóvenes de 18-19 años bastante talentoso y con muy buen porvenir, campeones de europa sub19 algunos de ellos, pero todos provinientes de 3era división o directamente del juvenil (Antonio Adan, Miguel Torres, Esteban Granero, Juan Mata, Adrián González o Alberto Bueno).

El grupo, bueno como era, mostraba algunas carencias. Faltaban claramente jugadores en puestos del 11 inicial, al filial le faltaba al menos un central, un lateral izquierdo y un extremo derecho. Por no hablar de al menos otro delantero, ya que como delantero puro, solo se contaba con Negredo. El resto de la plantilla acabó, ante la falta de refuerzos, siendo rellenada por jugadores con un rendimiento más bien marginal (Rodri, Angelo, Alex Perez o Sergio Díaz) y con algunos jugadores del Madrid C, que seguramente en otros casos hubieran tenido más difícil llegar al Castilla como Santacruz, Dani Guillen o Taher. Sólo un fichaje recibió Michel durante aquel verano, el holandés Jeffrey, procedente del Sporting de Gijón, sin haber sido un jugador que destacase demasiado.

El equipo, tras un inicio difícil en el que Michel tuvo que inventarse algunos parches (Tebar de central, Miguel Torres de lateral izquierdo, Esteban Granero de extremo derecho) llegó a tener unos números más que aceptables y mediada la temporada llegó a situarse 7º-8º de la clasificación.

El equipo poco a poco fue perdiendo fuelle. Miguel Torres subió al primer equipo y De la Red y Javi Garcia se perdieron más de un tercio de la temporada siendo reclamados por Capello en bastantes ocasiones. Sólo llegó un refuerzo invernal, Sergio Sanchez, y del club se fueron yendo jugadores como Taher, Jeffrey o Álex Perez, dejando una plantilla todavía mas corta que la existente y con las mismas carencias.

Durante la fase final del campeonato y con los líos de la no renovación de contrato de Borja Valero y sobretodo Juan Mata, que llegaron a no ser alineados en algunos partidos, Michel acabó jugandose la permanencia teniendo que tirar de más jugadores de categorías inferiores. Así durante esa fase final de liga pudimos ver los debuts de jugadores como Velayos, Callejón (tanto Jose, como Juanmi), Parejo o Mosquera. Llegando, al final, al descenso definitivo.

Muchos problemas, en resumidas cuentas, para un equipo muy joven y que no recibió el apoyo necesario en forma de refuerzos por parte del club. Lo que acabó provocando que la liga se le hiciera muy larga y acabara descendiendo.

Es de sobra conocido que gran parte del madridismo señala al entrenador de este filial, Michel, como máximo responsable del descenso, sin eximirle de parte de responsabilidad porque, tal vez, llegado el momento podría haber buscado otros planteamientos. En mi opinión, concurrieron muchos factores más allá de la posible incompetencia del entrenador que acabaron desembocando en el descenso del filial, donde aún sigue.

¿Qué pudimos aprender de este descenso?. Aparentemente para mí, nada. Si es que había algo que aprender. Lo sucedido la temporada de Michel, como ya he comentado, ha sucedido otras veces antes y seguramente sucederá en el futuro. ¿Sería bueno encontrar una forma de buscar que el equipo fuera más regular a lo largo del tiempo?. Para esto, tal vez podríamos analizar el caso de nuestro máximo rival, el Barça.

De forma similar al Castilla 06/07, se encontró el Barça B de la misma temporada. Con el agravante de que un equipo en el que estaban Ruben, Marc Valiente, Dimas, Orlandi, Bojan, Giovani Dos Santos, Jeffren, Marc Crosas, Botia o Victor Vazquez descendió de Segunda B a Tercera.

Ambas plantillas podriamos decir que eran muy similares, grupos muy jovenes, con muchos juveniles, y con poca gente con experiencia para tomar el mando. Del descenso del Barça B a tercera, el barça extrajo una conclusión: vale más la pena tener a 6 o 7 jugadores más curtidos y que ayuden a los jovenes a jugar con menos presión, que contar con un grupo muy joven con el riesgo de que la inexperiencia les golpee excesivamente. Así es como el Barça B ha ido ascendiendo hasta segunda división, con gente en sus filas como Nolito o Jonathan Soriano (el año pasado, hasta 7 jugadores tenían mas de 23 años).Ha hecho que los jovenes que fueran apareciendo pudieran preocuparse por explotar su talento y asentarse, ya que el peso de los resultados lo tenían que llevar otros jugadores. No hay más que ver este año, en que han perdido a Nolito y Soriano y a un jugador convertido en crack como Thiago, como los resultados del filial se han resentido. Aún así, como nuevamente se ha fichado a algún que otro jugador más experto, más la conservación de parte del nucleo ya existente del filial, no creo que pueda peligrar su futuro en la división de plata, aún a pesar de que han bajado sus prestaciones.

Esto en el Madrid no ha sucedido, los jugadores que llegan siguen siendo jugadores jovenes, generalmente libres, para puestos donde tenemos carencias y que no supongan un desembolso al club. Complementan a las jovenes estrellas del filial, que son de las que se espera que tiren del carro y den las victorias al equipo, sin otro colchón ni gente con experiencia que les eche un cable.Será más duro pero seguramente los que resistan y consigan resultados estén mejor preparados para ser jugadores del madrid o de primera división, porque habrán tenido que aprender, como vulgarmente se dice “a base de hostias”.

Estas formas seguramente sean las correctas para ambos clubs. El Madrid es la competitividad personificada, mas allá de una forma u otra de jugar, lo que se busca es la victoria, la lucha y la competición sobre otras cosas y eso enseña en su cantera. Por eso la forma en que gestiona el filial puede que sea precisamente la mas idonea para conseguir jugadores con ese punto de competitividad que busca. El barça apuesta por la evolución del jugador con unos pasos, lo va integrando al equipo marcándole unos objetivos y seguramente no esperan que todos los jugadores den un grado de competitividad como las grandes estrellas del equipo desde el inicio. El propio Messi tardó unos 2 años en hacerse con un puesto de titular en el club y Andrés Iniesta tardó aproximadamente 4. No sabemos cuantos tardará Thiago o puedan tardar  otros que lleguen,  pero es su forma de gestionarlo.

Para concluir me gustaría hacer un alegato a la esencia de los filiales. La esencia de los filiales es dar jugadores para el primer equipo y eso está por encima incluso de los resultados, aún pesar de que éste sea el filial del Madrid. Que se busque y fomente la competitividad máxima no implica que las conclusiones de la trayectoria de un filial no puedan estar basadas únicamente en el resultado obtenido al final, sino también en la evolución mostrada por los jugadores. El barça B descendido y luego en 3era división dió a Bojan, Gio, Jeffren, Pedro o Busquets. Jugadores que han sido mas o menos válidos para su primera plantilla. Lo mismo que del descendido Castilla salieron rumbo a primera Codina, Adan, De la Red, Granero, Javi Garcia, Borja Valero, Adrián, Mata o Negredo. El trabajo de un entrenador de un filial no creo que se haya de medir por el puesto que su equipo ocupe sino por el número de jugadores que ha conseguido que lleguen a cotas altas en el mundo del fútbol, y que por tanto, salieron de esa experiencia preparados para nuevos retos. Del Castilla 2006-2007 al de la temporada siguiente prácticamente solo quedaron Adán y Bueno, yendose el resto cedidos o traspasados por el club a clubs mayoritariamente de primera división. Un mal trabajo de Michel hubiera sido que esos jugadores hubieran demostrado tan poco con él que casi ninguno llegara luego a primera división. Esto no fue así y más si contamos con algunas de sus apuestas de final de temporada (Parejo, Mosquera o Callejón) que también han conseguido llegar a la élite del fútbol y fueron impulsados por Michel.