lunes, 22 de agosto de 2022

Casemiro y la política de fichajes florentiniana

La semana pasada se concretó la venta de Carlos Casemiro al Manchester United, 9 años y medio después de su desembarco, aquel invierno de 2013, en el Real Madrid Castilla de Jose Alberto Toril. Pocos podríamos imaginar en aquel momento, que, más allá de todos los éxitos deportivos conseguidos con él en la plantilla, también fue el percursor de una nueva política de contratación dentro del Florentinismo. 


En Abril de 2015, escribí una entrada sobre los canteranos de origen foráneo que habían pasado por nuestra fábrica:


Una fábrica de extranjeros


Lo cierto, es que como ya se vislumbraba en aquel artículo. Si bien, el iniciador fue Fabinho, que llegó cedido para sustituir en el Castilla a Dani Carvajal, y que al final, no se quedó y ha hecho una gran carrera en Mónaco y Liverpool, reconvertido en medio centro. El máximo exponente de esta nueva política para los madridistas, es Casemiro, cuyo éxito cosechado traería nuevas incorporaciones. Apoyados también en la incorporación de Juni Calafat a la infrastructura del club, actualmente como jefe de captación internacional:

Casemiro, había debutado pronto en Brasil y había destacado rápido, con 18 años ya se hablaba de ser traspasado a clubs europeos. Si bien, su progreso se fue estancando, así que su llegada al club blanco, en enero de 2013, a punto de cumplir 21 años, era una oportunidad de relanzar su carrera. Y así lo hizo. Desde el inicio tuvo la confianza del entrenador del Castilla, Toril, que tuvo la paciencia de ponerlo mientras se ponía en forma. También tuvo la confianza del entrenador del primer equipo, Jose Mourinho, que lo hizo debutar, con buena nota, en liga. Después, su primer paso en el primer madrid de Ancelotti. La apuesta por él de Lopetegui en Porto, la petición de Benitez de repescarlo y, por último, la apuesta de Zidane para darle galones en el once inicial.

El club siguió durante los siguientes años con esa política de traer jugadores que ya habían destacado en sudamérica para ver si terminaban de explotar aquí como Cabrera, Willian José, Pablo Teixeira, Guille Varela o el fallido fichaje de Henrique. Que han tenido una buena carrera futbolística en España los dos primeros, o en Brasil Pablo. 

Pronto se evolucionó esa propuesta, buscando jugadores más jovenes, que pudieran acabar de formarse aquí y asentarse desde la cantera. Así, llegaron Rozzi, Abner, Narváez, Mink, Odegaard, Lienhart, Kuscevic, Mathias Rodrigues, Valverde, Sergio Díaz, Vergos, Lin Liangming, Augusto Galván, Rodrigo Rodrigues y otros. Algunos han podido hacerse sitio en el primer equipo, llegar a la élite del fútbol europeo o español. Otros, especialmente por problemas de lesiones, no han podido acabar de demostrar todo su potencial. Como siempre, no se pueden fichar a todos, así han habido jugadores como Augusto Batalla, Exequiel Palacios o Alexander Isak, que estuvieron muy cerca, pero no llegaron a venir.

En una segunda evolución, el club empezó a apostar por jugadores, también muy jóvenes, pero con inversiones más potentes, con la idea de que fueran parte ya del primer equipo o en el muy corto plazo. Así han llegado Vinicius Junior, Rodrigo Goes, Reinier Jesús o Takefusa Kubo. Podríamos encuadrar aquí también a Militao o Camavinga, si bien ya estaban destacando en clubs europeos.

Desde luego, esta iniciativa, la búsqueda del crack, antes de que sea un crack, contrasta con la política que en su primera época tuvo Florentino respecto los fichajes, más generalmente enfocados en cracks mundiales primero, y jugadores muy contrastados después. 

Veremos próximamente si sigue esta senda y esta apuesta. Y que nuevas oportunidades tenemos ocasión de disfrutar en La fábrica y primer equipo.